La escasez de agua es luna de las peores situaciones que puede vivir una comunidad. Fruto de los cambios en el clima y la contaminación de los ríos por la sedimentación que producen los monocultivos de grano para el engorde, los pueblos que habitan en El Impenetrable sufren escasez de agua durante gran parte del año. Por esto, la comunidad necesita aljibes para que las familias puedan almacenar con mayor eficiencia el agua que llega en la cada vez más irregular temporada de lluvias.

El objetivo es conseguir la implicación de personas y empresas que  colaboren para  la construcción de al menos 30 aljibes. Antes de que acabe el 2023 habremos construido al menos 4 de ellos, con una inversión prevista de 5000 dólares aportados por las productoras.

Hemos creado un programa para becar a tres mujeres de la comunidad El Algarrobal con el objetivo de recuperar y recopilar el conocimiento ancestral sobre las plantas silvestres, tanto para la alimentación como para la medicina, para luego compartirlo entre las demás familias.

Es necesario explicar por qué estas comunidades no conservan los conocimientos de sus antepasados. Son oprimidos desde hace más de 500 años y todavía siguen soportando y resistiendo el neocolonialismo ejercido por las empresas que extraen y destruyen recursos naturales irreparables. Perdieron generaciones enteras que fueron arrasadas por la colonia española primero, y por una colonia criolla más tarde; desde entonces, fueron desplazados de forma permanente para que se establecieran los latifundios que hoy pertenecen a capitales extranjeros y cuyos terrenos se destinan fundamentalmente a la plantación de cereales para engordar ganado en todo el mundo, especialmente en Europa.

Esta realidad trajo muchas más consecuencias. Entre ellas, una interrupción del tradere o entrega de información entre generaciones, que representaba el pozo de sabiduría que se entrega, sin escritura, de abuelos a padres y de padres a hijos, y que funcionó durante miles de años. Entonces, fuera de sus tierras originales y sin la generaciones que murieron en las masacres, estas comunidades se quedaron sin su cultura y sin recibir tampoco ningún valor cultural del extranjero.

Hasta la fecha, hemos efectuado varias visitas a la comunidad para realizar un estudio sociológico que nos ayude a definir, junto a ellos, las necesidades de la comunidad en qué podemos ayudar. A través de reuniones y acuerdos con los líderes y lideresas de la comunidad, hemos puesto en marcha este programa al que se han sumado algunas empresas argentinas. Más allá de las denuncias y las propuestas, éste documental dejará un legado para la comunidad El Algarrobal.